
Capitulo Uno de Solterito y sin apuro
La cosechadora daba la ultima vuelta al cuadro de trigo cerrando la melga y culminando el trabajo; al retornar venia descargando el cereal en la monotolva, para descargarla minutos mas tarde en el silo bolsa.
Esa noche en la chacra de los Benítez habría asado, tenían mucho para festejar, el rinde había sido magnifico, pero ademas lo habían logrado con un sistema de rotulacion* (arado) de la tierra sin sumarle ningún tipo de fertilizantes; utilizando el abono natural que deja la hacienda luego del pastoreo y con una adecuada rotación de cultivos.
Damian Benítez era hijo único, vivía junto a sus dos ancianos padres, un empleado tractorista y la Cordobecita. Una empleada domestica, que desde sus 18 años vivía de lunes a Sábados en la chacra; con su sueldito se había comprado un terreno donde hizo instalar una pequeña casita prefabricada, en ella solía pasar parte de su fin de semana; una vez al año en vacaciones viajaba a visitar sus padres, que aun seguían viviendo en la provincia de Córdoba.
Cuando llegaron con sus herramientas al patio de la chacra, Damian Benítez y su empleado Juan Jose Gaitán vieron encendidas las luces del galpón chico donde estaba la parrilla-El abuelo esta haciendo asado, Juan Jose-Que bueno patroncito, me voy a dar una ducha y vengo ayudarlo, la noche esta muy linda y la cosecha terminada, hay motivo para festejarlo-Así es amigo, nos vemos en un rato…
Mientras Elvira, la madre de Benítez junto a Maria Rosa (la Cordobecita) preparaban las ensaladas y la mesa-Me voy a ver si necesita algo mi esposo en el galpón, Maria Rosa, vos termina con esto-Si doña Elvira, vaya tranquila.
Esa noche la Cordobecita se había puesto un hermoso vestido floreado porque nada la haría mas feliz que Damian, la mirara con esa mirada atrevida que en los últimos tiempos había notado en el patroncito...
(CONTINUARA PRÓXIMAMENTE
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